"NADIE HABLA ASÍ": UN COMPILADO DE MALAS PRÁCTICAS DE TRADUCCIÓN EN CLAVE HUMORÍSTICA

 En el marco del Día Nacional de la Traducción, Rosario Traducciones dialogó con Carlos la Orden Tovar, colega español creador de la popular etiqueta que compila usos inapropiados en la traducción del inglés. 
 
 
Sabemos que el día a día de los profesionales de la traducción suelen ser vertiginosos y que casi siempre se trabaja a contrarreloj, ya sea por el huso horario de nuestros clientes, como también por el tiempo de entregas que suelen ser para ayer. Pero igualmente, siempre encontrarnos algún momento para procrastinar y divertirnos. En este caso, dialogamos con Carlos la Orden Tovar, colega español creador de la etiqueta #NadieHablaAsí, “un ramillete de ejemplos sobre descosidos lingüísticos” que se ha convertido en una “recopilación de malas prácticas al traducir del inglés”. 
 
  

¿Quién eres y cómo te describirías?

 Soy un traductor y formador nacido en Soria (Castilla profunda, España) al que desde joven le picó el gusanillo de viajar (gracias, mamá) y de aprender idiomas, y al que desde siempre le apasionan la tecnología, la música y hablar. Hablo mucho.
 Así que, gracias a la experiencia que me ha dado vivir y trabajar hasta en 10 países distintos de Europa y América Central, tanto en empresas como por libre, poco a poco he ido dándole forma a mi actividad profesional, en la que caben la localización de software y videojuegos, la traducción técnica y de marketing, la formación, la docencia en plataformas para traductores y en universidades y, claro está, el asistir a eventos de traducción por todo el mundo y dar buena cuenta de los aperitivos y cócteles con la excusa de presentar contenidos y mejorar mi red de contactos, que es la que me reafirma en la idea de que trabajo en el sector más lindo del mundo.
 Llevo varios años viviendo en Italia, y tras una buena temporada en mi querida Bolonia, ahora vivo en un pueblecito de la soleada Toscana y voy en bici a la Torre de Pisa. También soy músico y salgo en una peli buena y en dos muy malas.
 

¿Cómo cambió la industria desde que estás trabajando?

 Llevo más de 20 años en el sector y he tenido la oportunidad de verlo desde diferentes ángulos, ya que he trabajado como revisor interno, gestor de proyectos, ingeniero, formador y, claro está, traductor freelance: hay distintas franjas de mercado y mucha más demanda, dado que se genera mucho más contenido y la irrupción de la tecnología ha segmentado tanto el tipo de clientes que requieren servicios como las agencias y profesionales autónomos que los prestan.
 Creo que hoy, con la enorme cantidad de herramientas, información y empresas que hay en esta jungla, a los recién llegados o a quien no tiene un perfil bien definido les cuesta más comprender dónde tienen que dirigir sus pasos. Las tarifas se han estancado y la NMT / IA no han ayudado a mejorar las condiciones del sector, pero por suerte hay muchas asociaciones que luchan para que las cosas cambien y el enorme pastel de los servicios lingüísticos se reparta de una manera más equitativa.
 Somos un colectivo muy bien allegado y compacto en general, y gracias a ello las asociaciones funcionan bien y hay una oferta formativa cada vez mejor, en la que los programas universitarios se complementan con cursos, módulos y talleres para ayudarnos a adaptarnos a un mercado que cambia a velocidad vertiginosa.
 

¿Qué sugerencias le darías a los traductores frente al avance de la inteligencia artificial?

Les diría que llevo 25 años escuchando que la tecnología va a acabar con la mano de obra humana, y que los traductores de la generación anterior a la mía ya escuchaban lo mismo cuando salieron las primeras herramientas TAO y la traducción automática basada en reglas. Ahora mismo hay un entusiasmo desmedido por la IA (alimentado por las empresas tecnológicas que se encargan muy bien de alimentar a la prensa del sector bombardeándonos con noticias sobre IA a todas horas, como si no existiera nada más), pero estamos en las fases iniciales y ya se empiezan a ver las limitaciones de esta tecnología en los distintos ámbitos.




 Desde luego, se está implantando con fuerza junto a la NMT (que, recordemos, es un subconjunto de IA y no una tecnología aparte) y cubrirá una serie de necesidades a bajo coste. Hay ya perfiles profesionales de lingüistas encargados de depurar datos de IA, pero al igual que hay clientes que buscarán esta solución para ahorrar a toda costa (¿alguna vez habrían comprado servicios de traducción artesanales? Creo que nunca fueron nuestros clientes), otros seguirán decantándose por servicios con un valor añadido que solo los traductores podemos aportar. Y no es hablar por hablar: parte de nuestro trabajo, bien entrados en el siglo XXI, consiste en identificar y saber ilustrar a los clientes cuál es el valor que aportamos a lo que venden. Si no sabemos responder a esa pregunta, somos reemplazables, así que es necesario estudiar nuestra cartera de servicios y, si es necesario, modernizarla y añadir elementos que nos hagan destacar.
 Por otro lado, sugiero  ESPECIALIZARSE. Los traductores genéricos no van a ninguna parte y son los que acaban quejándose más de todo en Twitter porque tienen demasiada competencia y demasiadas pocas competencias.
 

¿Qué publicaciones de la serie #NadieHablaAsí destacarías?  

Lo que empezó como un ramillete de ejemplos sobre descosidos lingüísticos se ha convertido en una recopilación de malas prácticas al traducir del inglés, y debe haber cientos de publicaciones después de tres años usando la etiqueta #NadieHablaAsí. Recomiendo echar un vistazo al hilo inicial para no dejarnos llevar por los vicios sintácticos y la pereza al trasponer términos y estructuras comunes en inglés, pero que no terminan de funcionar en castellano. Aquí van algunos casos que nos dejan con ganas de gritar por la ventana:
 
 
#1
EN: Some benefits include X, Y and many more.
En lugar de “beneficios” bueno, aunque mejor ventajas. Lo de "incluir" en esa posición y el "y muchos más" chirrían cosa mala.
Mira: Entre las ventajas se incluyen, entre otras, X e Y.
Las ventajas son, entre otras, X e Y.

 
 
 #2
Cuidadín al adaptar expresiones que se entienden, pero no son idiomáticas y tienen un equivalente perfecto (o casi):
EN: Palm-sized tech
ES vago: Tecnología del tamaño de la palma de la mano.
ES natural y perfumado: Tecnología que cabe en la palma de la mano.
 
#3
El papanatismo de #NadieHablaAsí llega al mundo del correo y la logística:
EN: Report if you experience a dog bite
ES papanatoso: Informa si experimentas un mordisco de perro.
ES de persona humana bien: Si te muerde un perro, háznoslo saber.
QUE NO ES TAN DIFÍCIL, LEÑE.
 
#4
Bueno, por ultimísimo: El colofón de todo esto es que, cuando acabéis una traducción, leedla en voz alta y ENTONANDO BIEN, a ver si os suena a español o a marciano: esa es la prueba de fuego que deben pasar vuestras construcciones léxicas.
QUE DEN GANAS DE LEER EL RESULTADO.

Desde Rosario Traducciones, invitamos a seguir a @insideloc en Twitter (o X) para conocer más sobre la serie #NadieHablaAsí.
 

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