TRADUCIR PARA EL SECTOR TURÍSTICO: CÓMO VIAJAR A TRAVÉS DE LAS PALABRAS
Comunicar con claridad es ofrecer al visitante una experiencia más cercana, inclusiva y memorable
El turismo es mucho más que recorrer un lugar: es vivirlo, sentirlo y comprenderlo. Y en esa experiencia, la traducción juega un papel fundamental. ¿Cuántas veces un viajero elige un destino porque encuentra información clara en su idioma? ¿Y cuántas veces una mala traducción arruina la imagen de una ciudad, un hotel o un restaurante? En la actualidad, ningún destino o empresa vinculada al turismo puede darse el lujo de descuidar la comunicación multilingüe.
¿En qué consiste la traducción turística?
La traducción para este sector consiste en adaptar textos orales o escritos a diferentes idiomas y culturas. En este sentido, se incluyen materiales gráficos y multimedia (folletos, webs, catálogos, cartelería, apps móviles) así como también mensajes orales, (interpretación en visitas guiadas, ferias o gestiones entre visitantes y autoridades). El objetivo es claro y fundamental: romper barreras lingüísticas para que cada visitante se sienta bienvenido.
¿Por qué es tan importante la traducción en turismo?
La respuesta es muy clara: no existe turismo sin comunicación. Cada destino compite en un mercado global, y llegar al viajero en su idioma multiplica las oportunidades. Entre los principales beneficios de la traducción turística podemos destacar:
Transmitir identidad cultural: muchas veces, en las traducciones literales se pierden los matices, en cambio, un texto bien adaptado puede despertar curiosidad y conexión.
- Expandir el público objetivo: con una web multilingüe o un folleto traducido, una empresa turística puede pasar de hablar a cientos a hablar a miles de potenciales visitantes.
- Ganar visibilidad online: traducir contenido regular (posts, blogs, campañas) y optimizar el SEO multilingüe permite mejorar el posicionamiento internacional en buscadores.
Errores que demuestran la importancia de la traducción profesional
El turismo está lleno de ejemplos de traducciones automáticas que terminaron en verdaderos papelones. Uno de los más citados fue el de la web oficial de turismo del Ayuntamiento de Santander, presentada en la feria Fitur 2018, que al traducir de forma literal convirtió el “Centro Botín” ("Botín" es el apellido familiar relacionado con la fundación que dio origen al centro) en “Loot Center” (“centro de saqueo”). Años después, un episodio similar tuvo lugar en Argentina, cuando el portal oficial de la provincia de Córdoba utilizó Google Translate para traducir su sitio web al inglés y otros idiomas. Así, las “Sierras Chicas” se transformaron en “Sierras Girls”, “La Falda” en “Skirt” y “Salsipuedes” en “Get out if you can”, provocando una ola de comentarios y bromas en redes sociales.
Más allá de lo anecdótico, estos errores cuestan dinero y reputación. Por eso, el uso de traductores automáticos no es una solución: la traducción turística exige creatividad, conocimiento cultural y sensibilidad.
Retos de la traducción turística
En los últimos años, el sector turístico atravesó transformaciones profundas que lo obligaron a repensarse. Lejos de detenerse, encontró nuevas formas de mostrarse y de conectar con sus públicos.
Hoy, los desafíos pasan por mantener la autenticidad cultural sin caer en literalismos que empobrecen el sentido; por hacer del viaje una experiencia accesible para todos, con subtítulos, audioguías en varios idiomas o materiales en lectura fácil; y por incorporar tecnologías como la realidad aumentada o los recorridos virtuales, que amplían las posibilidades del turismo, pero también exigen una localización más precisa y sensible.
Los textos más demandados en turismo
Los servicios de traducción turística abarcan mucho más de lo que suele imaginarse. Detrás de cada viaje, de cada recorrido o experiencia cultural, hay palabras que acompañan al visitante en su propio idioma. Están en las páginas web y las campañas digitales que despiertan el deseo de viajar; en las redes sociales y los blogs que cuentan historias de destinos; en los folletos, mapas y guías que orientan cada paso.
También se encuentran en las audioguías y recorridos interactivos que dan voz a los lugares, en la atención al público que recibe a viajeros de todo el mundo, en los menús que traducen sabores y en la señalética que guía en museos, parques o medios de transporte.
En todos los casos, una traducción bien hecha no solo facilita la experiencia del visitante: también ayuda a preservar la esencia y la identidad del lugar que se quiere compartir.
Un viaje también se hace con palabras
Viajar es también escuchar, leer, comprender. Por eso, cada traducción turística es una invitación a descubrir un sabor, a entender una historia, a recorrer un camino. Porque más allá de los mapas y las rutas, las palabras son parte del viaje. Y cuando están bien elegidas, hacen que cada experiencia sea más profunda, auténtica y memorable.